Cervantes y Shakespeare: ni se vieron, ni se copiaron ni murieron el mismo día
El Día Internacional del Libro, que se celebra cada 23 de abril, conmemora el día de 1616 en que murieron Cervantes y Shakespeare. Pero ahora parece que esa coincidencia es tan errónea como la mayoría de las teorías sobre los paralelismos entre su vida y obra.
Por: Alicia García de Francisco
El Día Internacional del Libro se conmemora este miércoles 23 porque ese día, pero de 1616, murieron los dos más grandes escritores de la literatura universal: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Muchos expertos a lo largo de la historia han comparado y encontrado similitudes entre Don Quijote y Hamlet o entre Sancho y Falstaff, y abundaron en la novedosa mezcla de géneros que utilizaron los dos genios o, simplemente, en su contemporaneidad de vida y de muerte.Pero, en realidad, las semejanzas entre ambos genios son escasas. El error más difundido es el de la fecha de su muerte. Siempre se ha sostenido que ambos murieron el 23 de abril de 1616, pero no ocurrió así.Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que la diferencia de fechas es aún mayor con Shakespeare, ya que en aquella época Inglaterra se regía por el calendario juliano, por lo que en realidad su muerte se produjo un 3 de mayo.Nunca se encontraron; Cervantes nunca oyó hablar del genio de Stratford-upon-Avon; Shakespeare puede que ni siquiera leyera El Quijote; sus vidas son totalmente opuestas; uno es novelista y el otro dramaturgo; drama frente a comedia; no hay influencias directas del uno en el otro. Más diferencias que semejanzas."Las coincidencias son mínimas. El único dato seguro es que Shakespeare leyó la primera parte del Quijote y que hay una obra perdida de la que se conserva un resumen en la que el inglés -junto a un colaborador- retoma el personaje de Cardenio, que aparece en un episodio de la principal obra de Cervantes. Todo lo demás son conjeturas", afirmó el director del Departamento de Filología Española y sus didácticas de la Universidad de Huelva, Luis Gómez Canseco, autor, junto a Zenón Luis-Martínez, de Entre Cervantes y Shakespeare: Sendas del Renacimiento.Incluso más escéptico se mostró el profesor Michael Bell, del departamento de Literatura inglesa y comparada de la Universidad de Warwick (centro de Inglaterra), que aseguró que "sería muy complicado" probar que el genio inglés leyera la obra del español.Pero la realidad no ha desalentado la imaginación de otros escritores que en los tiempos actuales han tratado de buscar o inventar relaciones, encuentros o influencias entre los dos genios. Carlos Fuentes, por ejemplo, recogió en un libro de ensayos publicado en 1988 una teoría bastante extendida que afirma que "quizás ambos fueran la misma persona".El británico Anthony Burguess, por su parte, reflejó en su cuento Encuentro de Valladolid su visión de una hipotética reunión entre los dos escritores. También el dramaturgo inglés Tom Stoppard recreó la conversación que podrían haber sostenido Shakespeare y Cervantes si el español hubiera formado parte de la delegación de su país que acudió a Sommerset House entre mayo y agosto de 1604 para negociar la paz entre los dos países.La película española Miguel y William fantasea, en tono de comedia, con un encuentro de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, en la España de finales del siglo XVI.Estas fantasías tienen una base, para algunos excesiva, y es el hecho de que en la biografía de Shakespeare existe un periodo, en la década de 1590, en el que no se sabe qué hacía ni dónde se encontraba.Frente a estos datos que forman parte de la fantasía, el profesor Bell considera que lo verdaderamente importante es la coincidencia en los estilos y contenidos de las obras de ambos escritores. "Ambos produjeron figuras que en cierta manera sentaron las bases fundacionales de los iconos", como es el caso de Hamlet o Don Quijote, y además lo hicieron "con apenas unos años de diferencia". Y los dos utilizaron una estructura de tramas y subtramas, en las que siempre incluían partes de comedia.Pero esas similitudes de estilo se debieron probablemente al simple motivo de que los dos escritores coincidieron en una época y tuvieron "influencias culturales parecidas", además de las mismas "lecturas", lo que les llevó a ofrecer "soluciones literarias paralelas", según Gómez Canseco. A su juicio eso es lo importante y no el hecho de que Shakespeare pudiera haber leído el Quijote, lo que "no es especialmente significativo".Tampoco es especialmente significativo que el Día del Libro se fijara sobre una premisa errónea porque, aunque el 23 de abril de 1616 no murieron ni Cervantes ni Shakespeare, sí lo hizo el Inca Garcilaso de la Vega y también en esa fecha nacieron Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Razones suficientes para que mañana se celebre un día en honor a los libros y a los escritores.
Fuente: EFE
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