martes, 10 de junio de 2008

EL LIBRO QUE INSPIRO "DIARIOS DE MOTOCICLETA"
Después de 30 años Alberto Granado presentó en Argentina "Con el Che por Sudamérica"
El compañero de ruta de Ernesto Guevara por América latina está de paso por Buenos Aires. El lunes presentó la edición argentina de su famoso diario del viaje que alentó al joven médico para dejar de ser Ernesto, pasar "a la acción" y convertirse de una vez y para siempre en el mítico "Che".

Por:
Guido Carelli Lynch


2 AMIGOS. Granado y Guevara a bordo de la balsa "Mambo-Tango" remontando el Amazonas el 20 de junio de 1952.

—"No seas pelotudo, Petiso. ¿Te vas a vender por 2 mil dólares?" Alberto Granado imaginó alguna vez esas palabras en boca de Ernesto "Che" Guevara, cuando aun dudaba si publicar el diario de su viaje por medio continente en Argentina o Cuba, decisión que finalmente tomó. Por esas vueltas inexplicables,
Con el Che por Sudamérica –título que Granado desprecia- tardó al final 30 años para publicarse en Argentina. Editorial Marea lo hizo posible y publicó el libro que ya dio la vuelta al mundo y alcanzó fama mundial tras la película basada en el texto que filmó el director brasileño Walter Salles. Para la tan postergada presentación y para asistir al 80 aniversario del nacimiento del "Che" que se celebrará el próximo sábado en Rosario, Granado está de visita en Argentina. Prologado por Alberto "Calica" Ferrer –otro entrañable amigo del icono guerrillero- evocó a su amigo Ernesto, el joven estudiante de medicina, su simple compañero de viaje- mucho tiempo antes de que se convirtiera en el "Che". Ante una concurrida sala anexa del Centro Cultural Caras y Caretas, el bioquímico cordobés, de 86 años, recordó sus vivencias con Fúser o el Pelao, como apodaba al joven médico rosarino. "En un principio fue una forma de admirar las cosas que veía y que nunca me había imaginado. Luego se transformó de una forma de luchar para evitar el endiosamiento de Ernesto y convertirlo en un ser inaccesible", explicó Granado sobre el libro que lleva vendidos miles de ejemplares en todo el mundo, pero que paradójicamente sólo se había editado en Cuba y en España en castellano. "Mi vida giró alrededor de mi amistad con Ernesto, de los viajes y, tercero, de la decisión de adherirme a la lucha de la Revolución Cubana", precisó un lúcido Granado. Además de las imperdibles y ya famosas anécdotas que recorre la imperdible bitácora de viaje desde su partida en "La poderosa", como habían apodado a la motocicleta en la que emprendieron tamaña odisea, pasando por su estadía en el leprosario de Huambo, Perú, hasta su remontada en balsa por el río Amazonas, el amigo del "Che" recordó también conversaciones posteriores con Guevara, cuando ya ambos vivían en Cuba. "La última vez que nos vimos, después de andar en mula y pasar un día como verdaderos amigos, que hace tiempo no pasábamos le dije: 'me voy a dar el gusto de invitarle un trago a un ministro'. Abrí una botella de ron y le dije: 'vos sabés, Pelao, que de todos mis vicios pequeñoburgueses, hay dos que no me los puedo quitar: el deseo de viajar y el gusto por un buen trago". Y él me contestó, así con su dureza: 'Mirá, Petiso, vos sabés que el trago a mí nunca me interesó, y en cuanto a viajar, si no es con una metralleta tampoco me interesa'", rememoró Granado. Además, entre tantas anécdotas y para borrar el carácter "impoluto" que el mito del Che construyó sobre su amigo, Granado recordó cuando Guevara le anticipó que se "ganaría" a un profesor peruano que debía tomarle examen contándole que había trabajado en el leprosario antes mencionado. Durante la presentación y en el transcurso del libro, Granado pinta de cuerpo entero el marco de una región postergada y el hombre preexistente al mito. "Cuando yo hablo de Ernesto, trato de hacerlo lo más humano posible, aunque su mayor defecto era que tenía muchas virtudes", concluyó Granado con una sonrisa nostálgica, la misma que sirve para recordar a cualquier amigo.


Granado Básico
Farmacéutico y bioquímico. Córdoba, 1922. Se recibió en Córdoba y desde 1960 reside en Cuba, donde hizo el doctorado en Ciencias en el Centro de Investigaciones Científica. Fue fundador de la Escuela de medicina de Santiago de Cuba y del Centro Nacional de Sanidad agropecuaria. En la actualidad es asesor de la Cátedra Che Guevara de Santa Clara y de la de santiago de Cuba. En otros países también asesora otras cátedras, como en Venezuela y Argentina.

Así escribe
Fúser se convierte en el Che "Yo tenía seis años más que el Che. Cuando salimos yo tenía 29, el Che tenía 23, lógicamente yo trabajaba, había tenido resultados de investigación, tenía una farmacia, sin embargo el Che era un estudiante de medicina que no había terminado de graduarse, pero desde que lo conocí me había dado cuenta de que era un muchacho inteligente y muy tenaz. Me había gustado mucho todo lo que él había leído, todo lo que a él le gustaba me gustaba a mí. Su personalidad va a ir cambiando durante el viaje, desde nuestra salida de Córdoba hasta que se rompe la moto y llegamos a Chile yo era el líder, pero después ya de aquel encuentra con la "vieja enferma", el encuentro con los mineros, cuando le tira la piedra al dueño del camión...ya empieza a desaparecer un poco el Fúser para transformarse en el futuro Che".

No hay comentarios: