domingo, 16 de marzo de 2008

Stanley Payne vuelve a desnudar detalles de la relación entre F. Franco y la Alemania nazi

El historiador e hispanista norteamericano afirmó este lunes que "sin el primer envío de aviones" de Adolf Hitler para ayudar a Francisco Franco, la insurrección militar que en 1936 llevó al poder al "Generalísimo" habría fracasado.


FRANCO Y EL HOLOCAUSTO. "Franco no era antisemita, pero sólo en la última fase de la guerra actuó directamente para ayudar a los judíos", señaló el historiador estadounidense que también estudió los gobiernos de Juan Perón en Argentina.

Payne, profesor emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos y autor otros textos y estudios sobre el peronismo, se refirió a la sociedad entre los líderes fascistas de España y Alemania durante la década del 40' durante una conferencia de prensa en Madrid donde presentó su nuevo libro
Franco y Hitler.El libro aborda cómo se llevaron a cabo las relaciones "políticas, militares y económicas" entre los dos dictadores. Explica los términos de la colaboración directa con Alemania y dedica varios capítulos a la política española con respecto al Holocausto. El hispanista señala que durante el conflicto europeo, el gobierno español colaboró con las potencias del Eje "mucho más que cualquier otro país neutral".En agosto de 1940 -relata- la actitud de Hitler hacia España cambió con la caída de Francia y, si Franco expresó su interés de participar en la guerra europea al lado de Alemania, durante seis semanas el "Führer" se desinteresó, porque creía que Inglaterra estaba al borde del colapso. Sin embargo, más tarde, Hitler habría pedido que España entrara en la contienda para facilitar la toma de Gibraltar y la clausura del Mediterráneo. Las negociaciones, entre septiembre y octubre, culminaron sin acuerdo en el famoso encuentro de Franco y Hitler, en Hendaya, agregó. En esa reunión (*), Payne sostiene que Franco mantuvo que España no podía entrar "por gusto" en la guerra y pidió como contrapartida la cesión de todo Marruecos, el oranesado en Argelia y gran parte del territorio francés en África occidental, además de solicitar un gran apoyo militar y económico. "Hitler no estuvo dispuesto a tanto, y no quiso ultrajar al régimen de Vichy entregando esa parte de su imperio".Etapas de una amistad por conveniencia El historiador divide el periodo de "no beligerancia" española en dos etapas, la primera, desde junio de 1940 hasta diciembre de 1942, cuando se pensaba en intervenir hasta que el éxito del desembarco de los Aliados en el norte de África reveló que nunca sería aconsejable, puesto que Hitler ya no alcanzaría la victoria. En la segunda, entre diciembre de 42 y octubre de 43, se mantuvo oficialmente la "no beligerancia", pero ya sin intención de entrar en la guerra, y sí de ayudar a Alemania a obtener los términos de una paz por separado en el occidente de Europa. Para Payne, pese a toda la colaboración española, el hecho de que Franco nunca entrara en la guerra "disgustó y enfureció" a Hitler, que llegó a referirse al dictador español como "un charlatán latino" e insistió en que su régimen "nunca podría sobrevivir" a la derrota de Alemania. Payne comentó que Franco no era antisemita, pero sólo en la última fase de la guerra actuó directamente para ayudar a los judíos. No repatrió a España a más de 2.000 sefardíes, pero permitió que los que tuvieran visados de tránsito y algunos sin documentos pudieran cruzar el país o quedarse durante una breve estadía. La política española hacia los judíos fue, dijo, "muy compleja", "claudicante" y "con altibajos". Y desde otoño de 1944 hubo intentos de exagerarla para escapar del estigma del Eje.
Fuente: EFE

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